África a través de la lente latinoamericana

Reflexiones sobre las representaciones y percepciones del continente africano en América Latina

por Melissa M. Valle

El Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) acaba de terminar aquí en Cartagena, Colombia. Fue una oportunidad increíble para disfrutar de algunas joyas cinematográficas de todo el mundo (¡PELO MALO de Venezuela es excelente! - https://www.youtube.com/watch?v=lxOZtOyNkTQ). Hace poco vi La Grande Belleza, una película italiana que mereció varios premios el año pasado(https://www.youtube.com/watch?v=BGMabmo2XQI). Una obra de arte realmente sugerente y visualmente bella. Pero a menudo lo más cautivador de una película es la respuesta del público. Había una escena en la que un personaje parecido a la Madre Teresa visitaba Roma. Figuras religiosas de todo el mundo se reunían para recibirla y la cámara cortaba a una monja blanca que miraba fijamente a un hombre que se supone que es africano. Al público (principalmente jóvenes afrodescendientes) que me rodeaba le pareció divertidísimo. Pero no más hilarante que cuando el grupo más numeroso de africanos se hacía una foto con "el santo". Fue entonces cuando el público se rió de verdad. No hay nada como las imágenes de africanos con lo que la gente cree que es la vestimenta "tradicional" para añadir alivio cómico a cualquier programa.

Hay otro uso bastante estratégico de las representaciones de los pueblos africanos: invocar el miedo. También vi la película Default - http://www.youtube.com/watch?v=W8B_kvqmAmo como parte del festival de cine y a los pocos momentos de verla empecé a sentir miedo. Comienza con una cobertura informativa ficticia de los "piratas" somalíes y el reportero dice algo así como que se cuestiona "la formación del criminal africano moderno". ¿Qué es eso? Estamos hablando del segundo continente más grande del mundo (¡NO UN PAÍS!). Sustituya cualquier otro continente por África y a la mayoría le parecerá ridículo. Sin embargo, este tipo de afirmaciones se hacen regularmente y no se cuestionan.

Llevo siete meses recogiendo datos para mi tesis en Cartagena (10 meses a lo largo de los últimos dos años y medio). Lo que ha quedado claro es que, al igual que en la mayor parte del mundo, aquí en Cartagena hay una comprensión muy limitada de África. Gracias a la historia del colonialismo, la esclavitud y los medios de comunicación (tanto nacionales como internacionales), se considera que África no es más que un lugar de primitivismo y violencia. En noviembre presencié cuatro desfiles independentistas diferentes en Cartagena, en los que la "africanidad" se representaba repetidamente con estampados de animales y lanzas (véase más abajo). Cuando le pregunté por qué los participantes iban vestidos así, el director de un grupo me dijo: "para representar la fantasía africana". Oh, su fantasía de África querrá decir.

He visto actuaciones con caras negras, repletas de labios rojos, caras de "cooning", movimientos corporales exagerados como los de un payaso, todo el conjunto. Y cuando le pregunté a un artista (ver más abajo) por qué hacía esas caras, su respuesta fue que representaban la "violencia africana". De nuevo, ¿qué es eso? Como mínimo, si hablaran de guerreros africanos e intentaran aportar algo de dignidad a una dolorosa historia de lucha, sería una cosa. Pero estas burdas representaciones no son más que una burla y una perpetuación de peligrosos estereotipos, no importa de cuántas maneras se intente cortar.

Foto de Melissa M. Valle

Foto de Melissa M. Valle

Así que aquí estamos viendo toda una película sobre el criminal africano y la víctima blanca. Sí, hicieron lamentables intentos de hacerla más crítica, pero al final el daño estaba hecho y simplemente tenías a los africanos violentos (a pesar de intentar dar una causa y profundidad a un personaje), a la sirvienta negra y a las víctimas blancas de la violencia africana. En ese auditorio casi pude sentir como la idea del africano como criminal violento se solidificaba en la mente del público. En La Grande Belleza el personaje principal, Jep, durante una entrevista con una artista le pide que le explique algo y ella le dice "Soy una artista. No tengo que explicar nada". Esta licencia para crear sin conciencia ni crítica es muy polémica. Pero las imágenes, sobre todo a través del cine, tienen una forma de entrar en la psique y la conciencia de la gente. La representación importa. Entonces, ¿cómo podemos trabajar para deconstruir y alterar esta fantasía africana y superar la "africanidad" como algo que hay que temer o de lo que hay que burlarse (y no podemos olvidar la tercera parte de la trifecta de la tergiversación, la sexualización)?

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